Transformando la región, una persona a la vez

“La vida en los semáforos es una vida de muchas emociones, a veces sonriendo, a veces llorando. Escuchar a mis hijas decir ‘tengo hambre’ y yo sin un peso… Muchas empresas no toman el riesgo de contratar a una madre sin estudios, sin saber cómo hacer una hoja de vida, pero Carvajal me abrió las puertas. Desde ese momento me di cuenta que los sueños sí se cumplen”: Arely Riascos. Colaboradora de Carvajal Educación.
Desde la década de los 60, Carvajal ha venido trabajando bajo la convicción de que una empresa sana no puede existir en un entorno socialmente enfermo. Por eso, su apuesta está en los caleños, en sus familias y en las comunidades. En ellas – reconoce la compañía- está el activo y el potencial del territorio.

 

Para Carvajal el cambio empieza desde las personas para transformar entornos. La historia de Arely es la historia de muchos colombianos y colombianas. El empleo informal es una de las brechas más grandes que tiene la sociedad colombiana. La incertidumbre de vivir el día a día, hacerle cara al hambre, al cansancio y luchar por sacar sus familias adelante, es un reto que, por momentos, parece imposible. Es por eso que Carvajal tomó la decisión de darle esa primera oportunidad a tantos caleños que querían que alguien se la jugara por ellos.
“A veces miraba el cielo y le preguntaba ‘¿Por qué sufro tanto?’ ¿Cuándo voy a salir de esto? Ver los ojos de mis hijos, y decir muy pasito ‘por favor sácame de esta’. Lo que para mí era una esperanza pequeña, se transformó paso a paso en una realidad. Y lo que tomó fue el corazón grande de una organización. Para mí Carvajal no es solo una empresa, es cumplir un sueño”, recuerda Arely.
Con la iniciativa de empleo inclusivo que se impulsa desde Compromiso Valle, varias empresas en la región han demostrado que se pueden dar oportunidades a personas que no alcanza el sistema laboral. Al flexibilizar sus parámetros de selección y contratación, en lo que va del 2023, Carvajal ha empleado a  39 jóvenes como Arely. De la mano de Compromiso Valle y la  Fundación Carvajal, estos jóvenes reciben entrenamiento y preparación para asumir el desafío de tener un empleo formal, de esta forma dándole las herramientas a colaboradores como Arely, para que tomen las riendas de su vida y sean dueños de su presente.
Este modo de entender la realidad colombiana ha tenido un impacto positivo en muchas familias, mujeres, jóvenes y microempresarios, construyendo comunidades capaces de responder decididamente a los desafíos a los que se enfrenten. Son cerca de 3.600 empleos en la región del sur occidente, de los cuales casi 1.200 puestos se han dado a jóvenes, brindándoles su primera o segunda experiencia laboral, en una apuesta por un futuro equitativo y diverso.
“Desde que Carvajal cambió mi vida, me siento empoderada, me siento feliz. Mis compañeros de trabajo y mi jefa de área, que le decimos la tía, me han permitido ayudar.”, afirma Arely Riascos.
En Carvajal entendieron que el mejor talento y puede estar escondido en la esquina de un semáforo. Por eso busca formar profesionales comprometidos y dispuestos a ayudar a sus regiones, llevando en el corazón el ADN Carvajal.
Un ADN que se vive y se respira en cada corredor de la organización, con nutrido grupo de colaboradores que están en sintonía con sus entornos y e impulsan el desarrollo de quienes los rodean.
Con más de un siglo de historia, Carvajal representa un legado caleño de fuerza, verraquera y orgullo. Una promesa de seguir trabajando con pasión y determinación para lograr un futuro mejor, haciendo las cosas bien.