“La huella más importante que hemos dejado es nuestro trabajo en la reducción de la pobreza”: Pedro Felipe Carvajal

Seis generaciones han pasado por la Organización Carvajal, un resultado que no alcanzan muchas empresas familiares en Colombia.

Esta multilatina ha logrado trascender y hoy sus productos llegan a más de 30 países en América Latina, Centroamérica, región Andina, Asia y Estados Unidos.

Pedro Felipe Carvajal, presidente de la Organización desde el 2020, pero vinculado con la misma desde hace 22 años, resalta que esta es una de las pocas empresas familiares colombianas, creadas en el siglo pasado, en 1904, que aún sobrevive y que está celebrando 120 años de operaciones.

Este ejecutivo ha ocupado importantes posiciones en el sector financiero y en la Organización Carvajal como Vicepresidente de Desarrollo Organizacional, Vicepresidente de Estrategia y Presidente de Carvajal Empaques. Igualmente se ha desempeñado como miembro de juntas directivas de varias compañías.

En entrevista con El País, describe cuáles han sido las claves del éxito de la compañía que está en el recuerdo también de muchas generaciones de vallecaucanos.

¿Carvajal hace unos años reestructuró sus negocios, hoy en día en qué áreas o industrias sigue concentrada la organización?

Para entender la dimensión de nuestra organización y los sectores en los que trabajamos, le puedo decir que muy probablemente, desde la niñez, cada colombiano ha tenido algo que ver con Carvajal: millones estudiaron con nuestros cuadernos; cada vez que se celebra un cumpleaños en una familia colombiana, la torta llega, seguramente, en un empaque hecho por nosotros; los escritorios y muebles de miles de oficinas en Colombia, son, a lo mejor, un producto Carvajal y en el sector de tecnología, estamos conectados con el tema de la factura electrónica, tan necesaria en estos días. Hemos estado presentes en las generaciones de muchas familias, impulsando el crecimiento de la industria de alimentos a través de empaques para comidas preparadas; la educación, no sólo en Colombia sino en América Latina, con la marca Norma; los espacios de trabajo con soluciones integrales de amoblamiento con Mepal; la industria litográfica y de impresión con Propalcote y Reprograf, único papel colombiano elaborado con bagazo de caña de azúcar, y el intercambio de información para el mejoramiento en los ecosistemas empresariales con el CEN electrónico.

Estamos celebrando nuestros 120 años de historia con mucha alegría, orgullosos de nuestro origen vallecaucano. Hoy somos una multilatina con presencia en 10 países y operamos en 3 sectores: Papel y Empaques, Tecnología e Inmobiliario, en los que generamos más de 14 mil empleos.

2¿Cuál es el negocio más relevante en términos de los ingresos para la compañía?

En términos de ingresos Carvajal Empaques es el negocio más relevante, que va desde Estados Unidos hasta Chile con 10 plantas de producción. Recientemente inauguramos tres plantas de cartón donde estaremos transformando la cartulina de Propal a partir del bagazo de la caña, para ser transformados en empaques para alimentos.

Esta es una empresa de 120 años, ¿cuáles son las claves del éxito, siendo una compañía familiar?

La palabra o la frase clave en esta apuesta ha sido gobierno corporativo, y en eso creo que la organización y la familia le hemos invertido un tiempo importante. Se dice fácil que estamos en la sexta generación, pero estadísticamente… empresas que llegan a segunda generación no supera el 20% y menos a la tercera generación. Poder hoy hablar de una sexta generación absolutamente comprometida en cuidar al máximo ese gobierno corporativo es un logro. Entonces, cuando nosotros hablamos de ese gobierno, claramente identificamos tres palancas: la propiedad, la familia y la empresa que se administran de manera independiente.

Carvajal es una de las pocas empresas familiares colombianas, creadas en el siglo pasado, en 1904, que aún sobrevive, adaptándose a las transformaciones sociales del país y a los desafíos del mercado. Nuestro ADN está íntimamente ligado a la inversión social, al punto que hoy la Fundación Carvajal, con el 23,5% de la propiedad, es la principal accionista de la Organización. Sólo en 2023, Carvajal, a través de sus fundaciones y aliados, invirtió más de $46.000 millones en proyectos sociales, transformando la vida de más de 223.000 personas, lo que la convierte en una de las empresas con mayor capital social del país. Estamos convencidos que si no transformamos los entornos y contribuimos a la superación de la pobreza en las regiones en las que operamos, simplemente no estamos contribuyendo con el desarrollo del país, todo esto lo hacemos trabajando en equipo con la Fundación Carvajal y la Fundación Propal.

La otra clave, sin duda, es nuestro equipo. Esta es una organización de personas. De hecho, la historia de Carvajal ha estado marcada por un profundo apoyo hacia nuestros colaboradores y una pasión por generar una experiencia que contribuya a su crecimiento integral. Intentamos tener una revisión profunda del ser humano como un agente activo, valioso y creativo, buscando transformar la relación laboral de derechos y deberes en un proyecto de vida con posibilidades de contribución y un propósito superior. En esta nueva comprensión, la persona se considera capaz de gestionar su propia vida y fomentar su desarrollo. Es una visión empoderada y optimista del ser humano, basada en el equilibrio entre la empatía y el reconocimiento del libre albedrío. Esto se fundamenta en la valoración de las capacidades individuales para tomar consciencia, elegir, crear, actuar, evolucionar, autorrealizarse y aprender.

¿Este año no ha sido fácil para las empresas, cómo le ha ido a Carvajal?

Nos hemos caracterizado por adaptarnos a las transformaciones, tanto así que el 60% de los negocios en los que estaba la compañía hace 20 años hoy ya se han transformado, lo que muestra la capacidad de innovación.

A lo largo de nuestra historia hemos tenido desafíos en los diferentes mercados, sin embargo, gracias a nuestra estrategia de diversificación tanto de negocios como geográfica, hemos podido enfrentar los diferentes desafíos. Así como tenemos negocios con resultados muy positivos, este año ha sido especialmente retador para el negocio de Propal que tiene dos plantas una en el norte del Cauca y otra en Yumbo.

Nuestro lema de “hacer las cosas bien” nos lleva a buscar “hacer el bien haciéndolo bien”, al margen de las coyunturas que se presentan.

¿Actualmente cuántos empleos generan y en qué países tienen presencia?

Actualmente somos una multilatina con presencia en 10 países, operamos en 3 sectores: Papel y Empaques, Tecnología e Inmobiliario y generamos más de 14 mil empleos de los cuales casi 9.500 están en Colombia y de ellos, casi 3.500 están en nuestro Valle del Cauca, con una gran apuesta en contratación de talento joven. Después de seis generaciones, hemos logrado trascender nuestros productos que hoy llegan a más de 30 países en América Latina, Centroamérica, región Andina, Asia y Estados Unidos. Hoy el 53% de los ingresos están en Colombia, el 22% en México, el 16% en Perú, el 6% en Centroamérica y el 3% en Ecuador.

5. ¿Cuáles son las apuestas de mediano y largo plazo de Carvajal, están descubriendo nuevas líneas de negocio?

Vemos con mucho optimismo que el Valle del Cauca está liderando actualmente el tema de negocios verdes. Somos el departamento con mayor generación de energía a partir de la biomasa, cerca del 94% del total nacional. Uno de los principales residuos de la agroindustria del Valle del Cauca es el bagazo de caña y anualmente resultan más de 8 millones de toneladas de esta biomasa, que se utiliza para la cogeneración de energía y la producción de papel y cartón.

En esa línea, desde Carvajal estamos viviendo una conversión fuerte hacia otros materiales, Propal está migrando de papeles blancos hacia cartulinas para empaques y Carvajal Empaques está pasando de plástico a cartón. Para el 2030, esperamos que el 81% de la facturación del sector Papel y Empaques provenga de un portafolio de productos fabricados con materiales de fuentes renovables. En este tema de negocios sostenibles vemos un crecimiento potencial y estamos en una apuesta decidida.

De otro lado, Cali y el Valle del Cauca se han consolidado como un epicentro para la innovación tecnológica, la región alberga al menos 4 de las empresas más grandes en tecnología del país y en esa línea, Carvajal tecnología está trabajando en apoyar el crecimiento sostenible para que las empresas realicen más y mejores negocios apalancados en la tecnología, generando un ecosistema de interconexiones entre empresas que potencializa sus procesos financieros, comerciales y logísticos.

Transacciones electrónicas que se hacen realidad gracias a las comunicaciones por Internet y que permiten interactuar sistemas de información en algunos casos de alta complejidad, transacciones que se pueden catalogar en órdenes de compra, facturas electrónicas o análisis de datos para los negocios. Un ejemplo sencillo es que el 90% de los productos (cifra estimada) que encontramos en un Supermercado (gran superficie) son solicitados electrónicamente a los proveedores fabricantes mediante las plataformas de Carvajal Digital y para complementar, millones de las facturas electrónicas que reciben empresas y personas luego de realizar una compra en Colombia, Perú o México, son elaboradas tecnológicamente por nuestras plataformas.

Conscientes de los desafíos financieros que enfrentan las micro, pequeñas y medianas empresas (MiPymes) y con el propósito de facilitarles el acceso a crédito, surge Álaga, la Fintech de la Organización Carvajal que durante su primer año logró otorgar más de $23.000 millones de créditos digitales dirigidos precisamente a los negocios que se ubican en la base de la pirámide. Ya hemos logrado colocar más de $40.000 millones apoyada en los datos alternativos para las empresas.

¿Cómo ve el clima de negocios en Colombia, qué es lo que más les preocupa de todo lo que está pasando?

Nuestro propósito superior, por el cual nos levantamos a trabajar todos los días, es transformar personas y entornos impulsando el desarrollo económico y social del país, haciendo las cosas bien. Creemos firmemente que cuanto más profundos sean nuestros lazos de identidad frente a nuestra posición ética y la manera de hacer negocios, más intenso será el concepto de confianza que la sociedad le otorgará a nuestra Organización. Ese pensamiento y esa manera de hacer negocios a la cual hemos sido fieles por 120 años, trasciende este o cualquier otro gobierno.

¿Qué piensa del Valle del Cauca, sigue siendo un territorio de oportunidades, con ventajas estratégicas, o esto ha cambiado?

El Valle del Cauca se ubica actualmente entre los 5 departamentos más productivos del país, concentra el 18% de la industria colombiana, el 22% de la agroindustria, aporta el 10% al PIB nacional, moviliza el 46% del comercio exterior de contenedores, es el tercer productor de productos de la industria química del país y es el origen de cerca del 30% de las exportaciones de productos cosméticos y de cuidado personal y del hogar.

Además, cuenta con más de 200 multinacionales operando en la región. ¡Por supuesto sigue siendo un territorio de oportunidades!

¿Cuál ha sido el legado de Carvajal para el departamento y su aporte social?

Tenemos una historia basada en el humanismo, que honra el legado de nuestros fundadores. Fue la familia Carvajal la que trajo al Valle del Cauca la imprenta como industria, fuimos los pioneros en medicina prepagada, introdujimos el concepto de cajas de compensación familiar, durante años lideramos el mercado de los directorios telefónicos y no había empresa o familia que no apareciera en ellos.

Pero, sin duda, la huella más importante que hemos dejado, es nuestro trabajo incansable en la reducción de la pobreza y en la creación de oportunidades de desarrollo económico. Carvajal cuenta hoy con dos fundaciones que trabajan de la mano de la Organización generando bienestar en las comunidades en donde operamos: la Fundación Carvajal, creada en 1977 y la Fundación Propal, creada en 1991. Cada una con sus propios programas, pero con el mismo objetivo: transformar la vida y los entornos de las personas.

Hoy en día tenemos programas de intervención social en Guachené y Puerto Tejada en el Norte del Cauca; Aguablanca en Cali; Yumbo, Buenaventura y Ginebra en el Valle del Cauca y algunos municipios de la Sabana de Bogotá. Para el 2030, esperamos contribuir en un 85% con la creación de prosperidad en las comunidades, para promover transformaciones en la vida de un millón de personas.

Fuente: El País Cali